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Fabulix Service Manage (FSM)Tecnología - 10 de julio de 2020
Todas las industrias y empresas se ven afectadas por el brote de COVID-19. La pandemia ha cambiado la forma en que hacemos negocios y, lo que es más significativo, está cambiando la forma en que vivimos. Una industria que está experimentando una transformación masiva es la industria de la educación. Durante mucho tiempo, la educación ayudó a mejorar un sector que no experimentó ninguna alteración tecnológica importante. Con el brote de COVID-19, los estudiantes, profesores y facilitadores se ven obligados a buscar formas innovadoras de mantenerse conectados y mantener las aulas en funcionamiento. Uno de los mayores desafíos es la falta de preparación como nunca antes, el 100% de las clases regulares se llevaron a cabo en línea y nadie esperaba enfrentar una circunstancia de esta escala y duración.
Cualquier disrupción tecnológica necesita tiempo para penetrar en el mercado. La escala de adopción luego crece a medida que se difunde el boca a boca. COVID-19 no permitió esta línea de tiempo y el personal de la industria de la educación se vio repentinamente arrojado a aguas inciertas donde tuvieron que cambiar completamente al modo de aprendizaje en línea. En esta publicación de blog, analizaremos los desafíos que enfrenta la industria de la educación como resultado de la pandemia, la oportunidad que ha surgido con la crisis y el impacto en varios subsectores de la educación, incluidas las admisiones.
Existen desafíos tanto de comportamiento como técnicos para pasar completamente al modo en línea. El desafío del comportamiento radica en la viabilidad y el nivel de comodidad cuando se trata de realizar clases en línea. No todos los maestros o estudiantes están entusiasmados con la idea de moverse completamente en línea y tomarán tiempo para adaptarse a este modo de aprendizaje; Si coloca esta incomodidad individual a la escala de una escuela o universidad, entonces conduciría a una pérdida de tiempo y a muchos casos de frustración y conmoción. El desafío técnico, por otro lado, sigue siendo la capacidad del personal para adaptarse a las tecnologías en evolución para hacer que la experiencia de aprendizaje sea lúcida y atractiva. Una vez más, no podemos esperar que las personas en la industria de la educación tengan un conocimiento de los detalles técnicos; llevará tiempo capacitarlos y hacerlos sentir cómodos en el uso de la tecnología para impartir clases. Lo mismo ocurre con los estudiantes, especialmente los más jóvenes que pueden no ser expertos en conocer las mejores prácticas relacionadas con plataformas como Zoom o Classrooms de Google. Los desafíos son muchos, pero también deberíamos estar agradecidos a la tecnología ya que la educación, que es quizás la parte más importante del desarrollo social, no se ha detenido ni siquiera en la pandemia.
Esto nos lleva a las oportunidades
Cada crisis viene con oportunidades y con COVID-19, la industria de la educación se enfrenta a una gran oportunidad para romper viejos hábitos y crear nuevos modelos de aprendizaje (impulsados por la tecnología). La mayor ventaja de la tecnología es el hecho de que aporta accesibilidad a la mesa. Ahora las escuelas y universidades pueden impartir su educación a estudiantes presentes en cualquier parte del mundo. Esto asegurará que cualquier persona tenga acceso a una educación de alta calidad. Esta es una gran oportunidad, especialmente para estudiantes talentosos que querían ser educados por facultades de renombre de una universidad o escuela en particular, pero las limitaciones de ubicación impidieron que esto sucediera. Ahora, con la educación en línea, cualquier persona puede recibir educación desde cualquier lugar, siempre que los gobiernos reconozcan el plan de estudios de otros países. Llevará tiempo que esto se convierta en realidad, ya que se requerirían varias aprobaciones, pero la situación derivada de COVID-19 ha hecho que las personas en la industria de la educación consideren seriamente la opción en línea.
Para los padres que querían enviar a sus hijos a internados de renombre, pero temían la idea de enviar a sus hijos a vivir permanentemente en dormitorios de albergue, recibirán con agrado este nuevo desarrollo.
El aprendizaje en línea también fomenta un enfoque de aprendizaje más personalizado. En las escuelas, las aulas tienen alrededor de 20 a 50 estudiantes; en las universidades, estas aulas albergan hasta 500 estudiantes. Esta configuración anula por completo la atención personal que el alumno debe recibir para aprender, comprender e interpretar los temas con claridad. Las instituciones educativas también son un lugar para el desarrollo emocional de los estudiantes, ya que el aprendizaje no solo prepara al estudiante para el futuro, sino que también contribuye significativamente en el desarrollo general de su personalidad. De hecho, la educación es una excelente manera de mejorar la confianza en los estudiantes. Muchos de estos aspectos son extremadamente difíciles de lograr en un salón de clases regular. Sin embargo, con la educación en línea, los estudiantes pueden obtener atención personalizada de maestros y consejeros que pueden orientar a cada estudiante con más atención.
Otra gran oportunidad es que los padres se involucren más en la educación de sus hijos. Esto es especialmente cierto a nivel escolar. Con los hogares convirtiéndose en aulas, los padres pueden participar pasivamente durante las lecciones y observar la calidad de las lecciones que se enseñan y el efecto correspondiente en sus hijos.
Esto nos lleva al tema más importante del blog. ¿Cuáles son estas plataformas de aprendizaje digital y los atributos que aportan?
Las plataformas de aprendizaje digital no son un concepto nuevo. Han estado en su lugar durante años. Varias escuelas y universidades han estado ofreciendo cursos especializados en línea y ha habido plataformas como Google Classrooms que han estado facilitando a los profesores para impartir la educación en línea de manera más efectiva. Sin embargo, con COVID-19, el desafío es impartir cursos regulares en línea. Esto agrega escala y complejidad al desafío ya existente y necesitamos tecnologías de aprendizaje buenas e innovadoras para resolver este desafío.
Primero hablemos de plataformas que conectan a los estudiantes con profesores o facilitadores educativos. Plataformas como Zoom, Skype y Google meet están habilitando clases virtuales al conectar fácilmente a los estudiantes con los profesores. También tienen características como salas de reuniones para experiencias más personalizadas. También hay muchas plataformas donde los profesores o facilitadores educativos pueden seleccionar contenido educativo; algunos de ellos incluyen Udemy, Teachable, WizIQ, Ruzuku, etc. Estas plataformas también le permiten alojar el contenido, ya sea a través de sesiones en vivo o por sesiones grabadas. También hay muchas aplicaciones que simplifican y personalizan la experiencia de aprendizaje. Uno de los más populares es Google Classrooms. Se trata de servicios web gratuitos que facilitan el proceso de intercambio de archivos entre estudiantes y profesores. Una de las aplicaciones principales de Google Classroom es que las escuelas crean, distribuyen y califiquen las tareas de manera más eficaz.
Las aplicaciones educativas avanzadas también están apareciendo en gran número. Estas aplicaciones utilizan aplicaciones tecnológicas modernas para simplificar, personalizar y modernizar la experiencia de aprendizaje. Un ejemplo es Up Learn, que utiliza inteligencia artificial y neurociencia para preparar a los estudiantes para sus exámenes. Up Learn afirma que, al utilizar estas medidas tecnológicas avanzadas, seleccionan contenido especializado para cada individuo y brindan una experiencia de aprendizaje que es más atractiva y que viene con una mayor tasa de éxito.
Existe un escepticismo generalizado de que el aprendizaje en línea no sea tan efectivo como el aprendizaje tradicional. Sin embargo, debemos mirar esto con ojos optimistas, ya que los investigadores estiman que los estudiantes retienen entre un 35% y un 60% más de material cuando aprenden en línea. Este porcentaje es del 8 al 10% para el aprendizaje en el aula. Se debe principalmente al hecho de que los estudiantes tienden a aprender más rápido en una configuración en línea. Además, pueden volver a ver las conferencias, releer los guiones de video, saltar o acelerar el contenido según su nivel de comodidad. Se cree que los estudiantes toman un 60% menos de tiempo en las aulas en línea.
Sin embargo, estas cifras son subjetivas por grupos de edad. Por ejemplo, los niños más pequeños aprenderán mejor en la configuración educativa tradicional. Los niños más pequeños se distraen fácilmente y un modo 100% en línea no funcionará de manera efectiva para estos niños.
Para obtener los máximos beneficios de la experiencia de aprendizaje en línea, debe haber un impulso para incluir herramientas de colaboración efectivas y métodos de participación para complementar las videoconferencias (en vivo o grabadas). El modo de aprendizaje en línea se convertirá en el modo de aprendizaje preferido incluso después de que pase la crisis. Por lo tanto, es importante adoptar la tecnología y hacer que el aprendizaje en línea sea atractivo, accesible e informativo.
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